viernes, mayo 27, 2005

Abuso de internet puede enmascarar depresión adolescente..


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Especialistas explican que la adicción a internet tiene las mismas características que el abuso de sustancias. También puede ocultar un trastorno del ánimo, ya que el uso del computador ayuda a eliminar la comunicación cara a cara y el contacto social.
Aída Worthington
Fecha edición: 27-05-2005
En los jovenes la depresión es difícil de diagnosticar, porque los padres la confunden con los cambios típicos de esa edad.
Que un adolescente pase horas frente al computador puede ser interpretado como algo típico de su edad. Pero cuando no come por quedarse navegando en internet, ya no se junta con amigos si no es en el mundo virtual o no duerme por esta causa, puede que se trate más que de un simple gusto. Es probable que el adolescente no sólo sea adicto a la red, sino que además, mediante esta afición, esconda una depresión.
Según el profesor Sang Kyu Lee, docente de siquiatría de la U. Hallym, en Corea -quien presentó un estudio sobre el tema en el congreso anual de la Asociación Siquiátrica Americana (Apa)- el 11% de los estudiantes de enseñanza media es adicto a internet y, en este grupo, casi dos tercios de los jóvenes tenían altos niveles de depresión, explica el experto, quien aplicó los cuestionarios a 425 jóvenes.
Diagnóstico complejo
El siquiatra y jefe de la Unidad de Adicciones del Instituto Neuropsiquiátrico de Chile (INC), doctor Gustavo Quijada, explica que "en niños y adolescentes una depresión es tremendamente difícil de diagnosticar". Esto, porque en ellos esta patología no tiene la típica sintomatología adulta. Se presenta más con irritabilidad y alteración conductual que con falta de ánimo o disminución de la actividad. A esto se suma que "los cambios que se le atribuyen a la adolescencia tienden a ocultar los síntomas y los papás los interpretan como parte de 'la edad del pavo' y no como signos de depresión", añade.
Tristeza escondida
El uso de internet ayuda a enmarcarar una depresión. "Es un modo de relacionarse que acomoda a la gente deprimida, porque no hay que tener relaciones cara a cara, no duermen y los mantiene ocupados sin salir de la habitación", detalla el siquiatra y docente de la U. Andrés Bello, Sebastián Sepúlveda.
Como cualquier adicción
Según el doctor Quijada, el consumo excesivo de internet o videojuegos genera trastornos conductuales similares a los de cualquier abuso de sustancias. "Se producen los mismos fenómenos en el cerebro con la adicción a internet que con drogas como la cocaína. Hay sectores relacionados con la sensación de ligados recompensa que se activan, porque esta sensación no es sólo química, sino emocional", explica.
Signos de alerta
Quijada añade que en el caso del uso abusivo de internet, hay que sospechar patologías siquiátricas, que pueden ir desde un problema sólo emocional a trastornos depresivos, bipolares, fobias sociales o un déficit atencional mal tratado en la infancia, entre otros.
Algunas señales que indican que un joven está usando excesivamente internet (y que se aplican en general a todo consumo excesivo) son que el tiempo destinado a esta actividad va en detrimento del dedicado a otras que son consideradas saludables para el desarrollo del joven, como tener amigos, el deporte o los estudios.
Otro factor a considerar es la negativa del joven a disminuir el consumo y los daños secundarios que ocasiona, como dejar a sus amistades, bajar el rendimiento escolar o abandonar la práctica de un hobbie, conducta que se debe repetir por un tiempo prolongado, al menos superior a seis meses.
Consultar con cautela
En primera instancia, el doctor Gustavo Quijada, siquiatra del INC, pide a los padres que ante señales que los hagan sospechar no tilden de adicto o de depresivo al joven, antes de hacerse ellos un autoanálisis. Para ello, recomienda los siguientes pasos:
Ponerse de acuerdo: entre ellos deben coordinar normas y horarios de uso del computador y luego conversar con el joven para que sean respetedas.
Consultar a un especialista sin el hijo: si no se soluciona de la anterior manera, preguntar a un sicólogo o siquiatra de adolescentes. La idea sería que acudiesen primero sólo los padres, para que el especialista los ayude a distinguir si es un problema de ellos, de una dificultad al poner límites, o es realmente un conflicto de adicción.
Llevar al hijo a consulta: si no mejora la situación, ir con el menor a un especialista y que sea él quien diagnostique si realmente tiene o no una patología de adicción o un trastorno del ánimo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, si es una nota muy importante lind, gracías por la info. O.o' pero, neta no creo estar loco... u.u' no por matar un poco de gente de vez en cuando por que no usan la PC como deberían, quiere decir que se necesita ayuda, o si lind? xD!! Baci, abbraci e ciao! ^^,

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